lunes, 13 de junio de 2011

Emigracion de padres y abuelos.

La mayor parte de las familias se fueron de sus zonas donde vivían entre los años 1935 hasta 1983.

Los destinos de emigración mas frecuentes fueron Francia, Bélgica,  Alemania, Venezuela, Suiza, Reino Unido.
Los destinos de migración interna mas frecuentes en Asturias fueron Gijón, Oviedo, Aviles y Las Cuencas Mineras. Porque había industria y minería.
Los destinos de migración en España fueron hacia las provincias más industrializadas (Barcelona, Bilbao y Asturias).
El único caso de inmigración fue el de Portugal hacia España.

·        Haciendo referencia a la adaptación en sus nuevos destinos:


Los que se fueron al extranjero tenían la sensación de que vivían en una situación transitoria fue uno de los factores que más dificultó su adaptación en los países receptores.
Los españoles no se esforzaban en conocer los hábitos o la cultura de esos países, y su contacto con la población autóctona era prácticamente nula, sobre todo si no vivían en familia.
La promoción profesional, que podría haber estimulado la adaptación al país, no era fácil de conseguir. La mayoría de los trabajadores empezaron en las fábricas de peones, pero con los años adquirieron una cualificación derivada de su función en la fábrica. Esta cualificación no estaba avalada por ningún título, por lo que sólo les servía para la promoción interna en su trabajo, y les impedía buscar trabajo en otras empresas.
Tampoco las autoridades de los países receptores se esforzaban mucho en integrar a los inmigrantes. En Francia por ejemplo legislaron a favor de la construcción de viviendas sociales para los inmigrantes, pero se dejaba la iniciativa a los empresarios, que en la mayoría de los casos no estaban interesados en reducir sus beneficios para favorecer a  un personal eventual.


Los emigrantes de los sesenta tenían contratos renovables cada año y, por su cercanía a España, las mejoras en los transportes, y las vacaciones pagadas, solían volver cada año a este país. Muchos pensaban que su estancia iba a ser muy corta y renunciaron a vivir con normalidad en los países de acogida: vivían en un país, pero pensaban en el otro.

En los años setenta quedaban muchos emigrantes en Francia, Alemania y Suiza. Estos grupos si crearon Asociaciones de Españoles Emigrantes, aunque sus funciones eran de menor entidad que las creadas en América.

·        En referencia a como vivían:


Las condiciones de la vivienda estaban por debajo de las que los emigrantes admitirían en España, pero no querían invertir más de lo imprescindible porque su principal interés era ahorrar. En ocasiones vivían muchos años hacinados en los países de inmigración, mientras sus ahorros iban destinados a la compra de una casa en España que no disfrutaban.

Los solteros o los casados que estaban solos vivían en su mayoría en barracones construidos por las fábricas  y compartían habitación con otros emigrantes. Eran cientos de hombres aislados en régimen cuartelario: sin posibilidad de recibir visitas, ni de llevar comida a las habitaciones y con hora de llegada nocturna. En ocasiones los que cuidaban las instalaciones se convertían en vigilantes de la empresa y controlaban si las bajas por enfermedad eran aparentes o reales. En estas condiciones eran frecuentes los problemas de alcoholismo y las enfermedades venéreas provocadas por las relaciones con prostitutas.


Una segunda posibilidad era vivir en habitaciones alquiladas de casas particulares, aunque no resultaba fácil si no estaban avalados por una persona del país. Tampoco suponía una mejora sustancial en la calidad de vida: solían estar en barrios degradados; tenían el agua y los servicios sanitarios comunes para toda una planta; se solía compartir habitación con otro u otros emigrantes y para colmo los precios eran abusivos. En tercer lugar solían vivir en habitaciones amuebladas y  hoteles viejos. Las condiciones eran algo mejores, al menos había mayor intimidad, aunque no siempre tuvieran permiso para cocinar o llevar niños.

·        Otra posibilidad era vivir en casas alquiladas independientes:

En Alemania era muy frecuente entre las familias. Solían tener una superficie de 52 metros cuadrados y vivían entre tres y cuatro personas. La renta de alquiler era asumible si trabaja más de una persona en la casa,

La mejor situación se daba cuando conseguían una casa de protección oficial, pese a que las construcciones eran de mala calidad. Pero este caso no era muy frecuente porque la oferta pública era escasa e incluso, aunque no haya discriminación por ser inmigrante en la concesión de las viviendas, el  desconocimiento del idioma hacía que perdieran muchas oportunidades.


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